Hoy me " lanzo al ruedo", con el maestro Uceda Leal, porque es un ejemplo envidiable de espiritu de lucha y sacrificio.
José Ignacio Uceda Leal, nació en Madrid, el 21 de enero de 1977. Tomó la alternativa en Madrid el 3 de octubre de 1996. Tubo como padrino a Curro Romero y de testigo a Julio Aparicio con ganado de Joaquin Nuñez. A partir de aquí no ha parado de torear ni una sola temporada, tiene un currículum vitae admirable, con una media de entre 30 a 50 corridas por temporada, con muchísimos triunfos y puertas grandes, se puede consultar en cualquier portal taurino su ficha, para valorar su trayectória profesional.
Sin duda hay que tener carácter y vocación , para mantenerse a este nivel tantos años en una profesión tan dura. ¿ Cuanto habrá luchado y sacrificado este hombre para conseguir ponerse donde está y mantenerse? ¿Cuanto sudor y trabajo le habrá costado para conseguir vivir del toro, con lo que conlleva?
Por eso la afición lo admira y lo reconoce, porque se lo ha ganado a pulso tarde tras tarde.
La tarde del domingo 5 de abril, Domingo de Ramos, le tocó " lidiar contra el destino". Pues su padre de 78 años, falleció de forma repentina el sábado 4 de abril. Todos ante esta situación, hubiéramos entendido que no se encontrara con ánimos de torear el domingo.
Pero este torero se vistió de luces y bajo su sentido de responsabilidad actuó en Madrid, y salió a darlo todo y a jugárse la vida. Y hay que darle la enhorabuena por la clase de torería que ha dado en Madrid. Pues el torero salió al ruedo y brindó su toro al padre, que todavía estaba de cuerpo presente, con tan mala suerte que resultó herido en su faena de muleta al primer toro de " El Puerto de San Lorenzo", y con una cornada que le destrozo los músculos abductores y le contorneó el fémur, siguió en el ruedo para matar al toro de una buena estocada, siendo premiado con una merecidísima oreja. Oreja que no pudo pasear porque tuvo que pasar a enfermería.
De la enfermería de la plaza fue trasladado a la clínica Fraternidad, donde fue intervenido quirúrgicamente durante 50 minutos.
Cito textualmente el parte médico para que ustedes valoren el mérito, la valentía y la voluntad del torero, " herida por asta de toro en el tercio inferior de cara interna del muslo izquierdo, con una trayectoria ascendente y hacia dentro de 20 centímetros, que causa destrozos en músculos abductores, contornea el fémur alcanzando la cara posterior del mismo y produciendo contusión de paquete vasculonervioso. Pronóstico Grave".
A pesar de esto, acude al sepelio de su padre ( lunes 6 de abril), llevado en silla de ruedas con un vendaje especial y luego lo llevan de nuevo al hospital porque la herida estaba sangrando, allí permanece hospitalizado.
Su apoderado nos transmite que " está muy cansado y triste, pero quiere dar las gracias a todo el mundo por su apoyo, y por el cariño que le han dado", " La cornada la ha asumido porque es parte de su profesión".
Como decía D. Manuel Garcia Guerra Espartero, " más cornadas da el hambre", " y el hambre enseña mucho", yo personalmente cambiaría la palabra " hambre" por " vida", o interpretaría que hambre podemos tener de muchas cosas que deseemos y que nos falten.
Yo creo que hemos de ser conscientes, que a vida y la muerte son circunstancias por las que tenemos que pasar, por eso hemos de valorarlas en su justa medida. Actualmente la muerte es muy temida, y creo que por eso tendemos a sobre valorar la vida.
